Aprovecha el espacio de tu jardín

Cuando se tiene un jardín pequeño es normal plantearse si se va a colocar o no una piscina. La piscina puede ocupar la mayor parte del espacio y realmente, se utiliza tan solo unos meses al año, al menos en la mayor parte de nuestro país.

Cuando llega el verano se agradece enormemente contar con este pequeño lujo y muchas personas caen en la tentación, pero luego se dan cuenta de que ya no hay sitio para una cena con los amigos o que durante el invierno prácticamente no pueden utilizar ese espacio.

La solución está en las cubiertas para piscinas rígidas. Se trata de cubiertas muy fáciles de colocar y que una vez que han tapado la piscina permiten utilizar el espacio sobre la misma. La piscina se convierte pues en un precioso cenador o en un lugar para el ocio.

Existen diferentes sistemas de cubiertas rígidas. Los más sofisticados cuentan con dos plataformas que se sitúan una a cada lado de la piscina. Pueden estar recubiertas de madera de teka y son un lugar perfecto para poner las hamacas o extender la toalla y tomar el sol.

Con tan solo pulsar un botón, ambas plataformas se mueven y se unen en el centro de la piscina, dejándola totalmente cubierta. Como hemos dicho, no es un sistema barato, pero cuenta con la ventaja de que es muy cómodo de utilizar y que debido a eso puede aprovecharse todo el año.

En verano, durante el día se utiliza la piscina y por la noche se cubre para poder cenar en el jardín, consiguiendo un aprovechamiento doble del espacio. Además, si llueve, si hace viento o si el aire trae cualquier tipo de suciedad como la ceniza de una hoguera, se puede cerrar la piscina para preservar el agua.

También se puede cerrar si hay niños pequeños que quieran jugar en el jardín, garantizando así su total seguridad sin tener que disponer de ningún sistema ni estar todo el tiempo pendientes, ya que unos segundos de descuido pueden suponer un gran disgusto.

Durante el invierno, la piscina estaría cerrada todo el tiempo, pudiendo disfrutar de una terraza exterior para utilizar cuando el tiempo así lo permita estando el agua totalmente protegida para poder reutilizarse la siguiente temporada.

Una alternativa son las cubiertas rígidas que se instalan de manera manual, aunque son un poco más engorrosas de colocar y por eso mismo lo habitual es colocarlas solamente en la temporada de invierno.