Categoría: Caviar

Si estás organizando el menú para tu boda y quieres que quede totalmente original y elegante puedes incluir platos de caviar en el menú. Las opciones son muchas y variadas ya que el caviar puede incluirse en diferentes tipos de recetas.
Una de las maneras más habituales de presentar el caviar es a la hora de servir los canapés. Entre las diferentes opciones se pueden incluir los canapés con caviar, pero es importante que se permita a los invitados servirse ellos mismos.
El caviar debe de estar presentado en recipientes de cristal, preferiblemente sobre hielo y con una cucharilla especial, que no sea metálica, para servirlo. Cada persona se pondrá la cantidad que considere necesaria sobre su blinis y, si lo desea, lo acompañará con crema agria o incluso con salmón u otros ingredientes.
Si se prefiere que los canapés estén ya montados se puede emplear el caviar en pequeña cantidad para aliñar diferentes bocaditos realizados con salmón o marisco, como rollitos de salmón rellenos de crema de queso y con un poco de caviar encima o cola de gamba en salsa de caviar.
Si se desea incluir el caviar pero de otro modo más sutil puede hacerse como parte del plato principal de pescado. El sabor a mar del caviar encaja perfectamente con pescados y mariscos y puede acompañarlos.
Pero es importante pensar que el sabor fuerte de las huevas no gusta a todo el mundo y por eso lo mejor es que la salsa que incluya el caviar se sirva por separado para que cada persona la añada si lo desea, pudiendo elegir otra salsa más suave sin huevas.
El sabor intenso del caviar que lo hace tan apreciado por algunos es precisamente lo que hace que para otros sea desagradable y lo encuentran excesivamente fuerte y que puede eclipsar el sabor del resto del plato. Sirviendo dos tipos de salsa nos curamos en salud y ofrecemos algo delicioso para quién aprecia el caviar y una opción más suave para quién prefiere no arriesgarse.
Estos platos con toque de caviar son perfectos para darle un aire especial a la boda y quizás otorgar a algunas personas la oportunidad de probar por primera vez el sabor de las huevas de esturión y, quién sabe, descubrir lo que puede convertirse en uno de sus manjares predilectos de ahora en adelante.

Conozco muchas personas que no toleran una festividad como San Valentín. Los más ‘intolerantes’ señalan que se trata de algo comercial cuyo objetivo no es más que sacar un poco de dinero a través de flores, regalos y veladas en restaurantes. Tampoco voy a contradecir estos argumentos, pero también es cierto que esta fecha nos permite ser un poco románticos y experimentar con algunas sorpresas para la pareja.
Llevo tiempo buscando algún restaurante original para celebrar San Valentín. Mirando en internet me sorprendí con el menú de un local que contaba con diferentes platos con caviar. Me pareció una idea muy interesante e investigué un poco el restaurante. No se trata de un local muy barato, pero como se suele decir: “un día es un día”.
El cocinero de este restaurante es un especialista en diversos alimentos, pero a mí me llamó la atención el conocimiento que tiene sobre el esturión, un pez no tan popular en España como en otros países caso de Rusia.
Los neófitos asociamos el esturión al caviar que no es otra cosa que las huevas que son almacenadas en recipientes especiales y vendidas a precios bastante elevados, en algunos casos marcando verdaderos récords. Ahí está el famoso caviar de Beluga, nombre que procede de una de las especies de esturión menos comunes en el mundo.
Los esturiones Beluga pueden alcanzar dimensiones extraordinarias. Su lento desarrollo y el hecho de que solo ofrezcan huevas los ejemplares hembra en determinadas fases de su vida provocan que estemos ante un tipo de producto muy caro. Además, desde hace décadas se trata de una especie protegida cuya pesca está muy regularizada. El objetivo de ello es que no tengamos que hablar del Beluga como una especie desaparecida…
El cocinero del restaurante al que tenía intención de ir en San Valentín utiliza esta materia prima en algunas de sus recetas más famosas. Me parece que no voy a tener la suerte de probar Beluga, pero sí que diseña platos con caviar con aspecto e ingredientes muy apetecibles. ¿Un San Valentín con caviar y un poco de champán? Un día, es un día…