Copias de seguridad, la medida inteligente para tu negocio

Muchas empresas de pequeño tamaño no tienen en cuenta las medidas de seguridad mínimas a la hora de guardar toda la información de la que disponen en sus ordenadores, sin pensar siquiera en las consecuencias que esto puede tener.

Hoy en día, en el disco duro de cualquier ordenador se guardan muchísimos datos y trabajos, para cuanto más en los de una empresa. Cualquier persona que trabaje con su portátil sabe que si no quiere arriesgarse a perderlo todo debe de realizar copias de seguridad.

Un virus, un problema informático o cualquier problema físico como que el ordenador se caiga y se dañe pueden hacer que se pierda el trabajo de semanas, incluso de meses. Y si el ordenador que se daña contiene la base de datos de los clientes o la contabilidad el daño ya puede ser incalculable.

¿Vale la pena correr el riesgo de tener que pagar horas y horas de trabajo a los empleados por tareas que ya habían realizado previamente y que se han perdido. La respuesta es que no y que por eso hay que contar con los servicios de una empresa de Mantenimiento informatico para empresas que se encargue de instalar un servidor en la empresa para almacenar las copias de seguridad de todo lo que se haga.

Con que en la empresa haya tres terminales informáticos ya merecerá la pena la inversión sobre todo por la tranquilidad de saber que, cada día, todo el trabajo realizado se guarda de manera segura. En el caso de que suceda un accidente, todo lo más que se puede perder es lo que se lleva hecho hasta ese día e incluso eso se puede evitar.

Si cada trabajador se acostumbra a guardar de manera manual sus trabajos una vez que terminan de hacer algo, lo más que se puede perder es lo que se esté haciendo en ese mismo momento. En el caso de que solo haya uno o dos ordenadores en la empresa esto puede hacerse en un disco duro externo.

Y es que si para la empresa supone una pérdida económica muy grande el que se dañe un disco duro y se pierda información, para el trabajador puede llegar a ser muy frustrante tener que rehacer de nuevo un trabajo ya realizado independientemente de que cobre por el tiempo que esté trabajando. Especialmente, si el trabajo ha sido monótono y tedioso o especialmente complicado.