Lo usado no tiene por qué defraudar

Por suerte, en la sociedad española comienza a haber un cambio de actitud bastante notable respecto al mercado de segunda mano. En otros países, la tradición de los mercadillos de segunda mano viene de muy lejos. Para poner un ejemplo conocido no hay más que nombrar los populares mercados de ropa de segunda mano de Londres, donde incluso acuden muchos famosos para poder comprar ropa muy original y a buen precio.

En muchos lugares de España no estaba bien visto comprar nada de segunda mano y quién lo hacía solía ocultar este hecho. Pero con la crisis se tiraron abajo muchas barreras y estereotipos. Uno de ellos es que lo usado es malo o suele defraudar.

Si se necesita compra algo a buen precio, ¿por qué no recurrir al mercado de segunda mano? Solo hay que tener una precaución, y es que no todo puede ser adquirido alegremente a cualquier persona. Por ejemplo, si se compra una prenda de ropa de segunda mano barata no hay duda. Podemos verla, valorar en la mano si nos gusta y si el precio que se pide es acorde con su estado y decidir si se compra o no.

Lo mismo puede ocurrir con un libro, un adorno para casa o un mueble. Pero, ¿qué sucede con un coche? Los coches pueden tener problemas que no se ven a simple vista y por eso es muy importante que cuando se adquieran coches citroen de ocasion se haga tras revisarlos correctamente y, sobre todo, con garantía. Aunque la ley obliga a los particulares a dar garantías, estas nunca son equiparables a las que ofrece un establecimiento.

Otro problema puede venir con televisiones de alta gama u otros aparatos eléctricos de precio elevado. Comprar una tele barata o una lavadora a muy buen precio no supone mucho dinero y quizás vale la pena correr el riesgo. Pero cuando lo que se está comprando es algo caro, siempre es mejor hacerlo con todas las garantías.

En una tienda, el precio de los artículos de segunda mano puede ser un poco más alto que cuando se compra entre particulares, pero a cambio está el respaldo de la doble garantía. Por un lado, el establecimiento vende los productos revisados, ya que no le interesa hacer malas ventas. Por otro, está la garantía que la ley exige a todos los artículos de segunda mano. Comprar así, es comprar con garantías y es la mejor opción en artículos que supongan un desembolso grande.