¿Por qué son tan hermosas las Cíes?

Solo hay que darse un paseo por las Cíes para darse cuenta de que se está ante un paisaje realmente singular y muy hermoso. Los motivos de esta belleza hay que buscarlos en diferentes factores, desde la evolución geológica de las Islas Cíes hasta las campañas para preservar este lugar que se han llevado a cabo a lo largo de los últimos años.

Las Islas Cíes están incluidas en el Parque Nacional marítimo-terrestre de las Islas Atlánticas y por tanto están sujetas a la normativa de este. Son también un espacio ZEPA, lo que significa que se trata de un espacio de especial protección para las aves. Muchas especies migratorias hacen una parada todos los años en las islas para coger fuerzas y la gaviota patiamarilla, actualmente en peligro de extinción, vive aquí durante todo el año. Sí, es cierto que estas gaviotas son un poco molestas para los visitantes ya que les encanta robar comida y no se asustan de la gente. Pero lo cierto es que ellas están en su casa y si se sienten atraídas por nuestros alimentos es, en gran parte, porque muchas personas se saltan la normativa y les ofrecen comida pese a estar prohibido.

En la isla hay también una gran cantidad de fauna marina. ¿Sabías que hay una pareja de nutrias que viven allí de manera permanente? Delfines, orcas e incluso ballenas de mayor tamaño se pasean cerca de la costa en ocasiones y en las aguas hay especies de gran belleza, como los caballitos de mar. Por eso, es habitual que muchas personas quieran bucear en sus aguas pero hay que tener en cuenta que para bucear con botella son necesarios permisos y si se hace snorkel sin plomos, puede practicarse libremente pero se aconseja informarse de las mejores zonas y de aquellas en las que no está permitido sumergirse o puede ser peligroso hacerlo.

La diversidad hace hermosas a las Cíes y es labor de todos los que las visitan hacer que las cosas sigan como están. Por eso, cumplir la normativa durante la estancia en la isla es muy importante. Todas las normas tienen su razón de ser, incluso si nos parece que puedan ser absurdas. Por eso, lo mejor es respetarlas y garantizar así que quienes van a las islas tras nosotros las encuentran igual de bonitas, de diversas y de preservadas.