¿Tarta de queso que no engorda? Te enseñamos a cocinarla

¿Crees que es imposible cocinar una tarta de queso con yogur de limon que sea ligera y de la que puedas comer tanta como quieras? Pues sigue leyendo, porque te vamos a dar la receta de la tarta de queso más espectacular y ligera que hayas comido nunca.

Para prepararla necesitas 600 gramos de queso de untar 0%. Es fundamental que sea sin grasa, ya que ahí está el truco para que la tarta sea tan ligera. Necesitas también dos yogures y medio de limón, 7 hojas de gelatina neutra, edulcorante y una pizca de sal.

Lo mejor de esta tarta es su ligereza, pero su preparación también te va a encantar porque es muy sencillita de hacer. Como ves, no tiene la tradicional base de galleta que tienen este tipo de tartas, pero si la echas de menos puedes hacerla con galletas dietéticas y un poco de leche desnatada. Trituras las galletas hasta hacerlas polvo, mezclas con la leche y creas la base prensando mucho sobre el molde que tiene que ser desmontable. Puedes ponerlo un rato en el horno para que coja más firmeza.

Pon la gelatina a hidratarse en agua durante un par de minutos. Recuerda que siempre se lleva a cabo este proceso en agua fría. Cuando esté blanda pásala a un cazo con muy poca agua y caliéntala hasta que se derrita por completo. Puedes ir revolviendo con una lengua de silicona para ayudar al proceso.

En un cuenco pon todo el queso y el yogur y añade la pizca de sal, revuelve y añade la gelatina. Bate con una batidora de varillas o a mano con varillas de postre hasta que la mezcla sea homogénea y esté muy aireada. Colócala en el molde sobre la base de galleta o en vasitos si has optado por no usar galleta, así tendrás tus raciones individuales de este rico postre y te resultará mucho más fácil servirla.

Y ya solo te queda preparar un poco de gelatina 0% del sabor que más te guste para colocar una capa por encima. La parte más complicada es meter la tarta en el frigorífico y esperar unas horas a que todo cuaje. Lo mejor es hacerla por la noche para que esté lista al día siguiente y así evitar la tentación de desmoldarla antes de tiempo y que se rompa todo.