Islas Cíes: breve historia de las ‘Islas de los Dioses’

La presencia de asentamientos humanos en las Islas cíes se remonta 5.000 años en el tiempo. Griegos, romanos, suevos y árabes habitaron este archipiélago, conocido como la ‘Isla de los Dioses’ en los tiempos de Julio César. Sin embargo, la historia de este conjunto de tres islas (Monteagudo, do Faro y San Martín) comienza 300 millones de años atrás, con el ‘choque’ entre Laurasia y Gondwana que derivó en la formación de la cordillera Varisca.

 

De la Edad de Bronce provienen algunas de sus edificaciones y monumentos más antiguos, como el castro de As Hortas, visitable en la isla de Monte Faro. La información de este período es escasa en comparación con la Edad Media, cuando los primitivos habitantes del territorio recibían ataques de los suevos, amenaza que sería constante en los siglos sucesivos.

 

En numerosas ocasiones, las Islas Cíes sirvieron de refugio para distintos pueblos, como los Celtas, tras su expulsión de Lusitania por las legiones romanas. Los monjes benedictinos y los franciscanos, por ejemplo, establecieron asentamientos duraderos entre los siglos XI y XIV tras escapar del acoso de los normandos en la Ría de Vigo. La piratería golpeó asimismo con ferocidad a estas comunidades, que abandonaron el archipiélago hacia el XVIII a consecuencia de las incursiones de Sir Francis Drake.

 

Se estima que las Cíes fueron repobladas a principios del siglo XIX por familias vinculadas a la pesca y la ganadería venidas de la comarca de O Morrazo. Este nuevo asentamiento fue posible gracias al desarrollo previo de cuarteles y almacenes de artillería. Sin embargo, una pluralidad de circunstancias motivaría la progresiva despoblación de las islas durante el siglo XX.

 

En décadas recientes, para preservar su biodiversidad y patrimonio natural, las Cíes fueron declaradas ‘Parque Natural’ y pasaron a integrar el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Illas Atlánticas de Galicia.