CADA VEZ MÁS CERCA DE LAS VACUNAS

Muy cerca de mi casa ha abierto hace un par de años una tienda de persianas venecianas y estores que casi nunca tiene nadie dentro. Si he de decir la verdad no sé cómo sigue abierta todavía porque no tengo recuerdo de ver a ningún cliente dentro nunca. Que a lo mejor hacen negocio por otro lado,¿ qué sabré yo?

 

Pienso que no tuvieron suerte cuando abrieron esta tienda, porque con todo esto del coronavirus han tenido que cerrar forzosamente cuando fue el confinamiento y no sé cuando les dejaron volver a abrir. Que es lo que les ha pasado a un montón de locales durante este año, ahora ya parece que casi todos los locales comerciales están abiertos pero hay otros que todavía no han podido abrir. A mi me interesaría poder volver a ir a la piscina para poder hacer algo de deporte pero hasta que me hayan vacunado no tengo ninguna intención de ir a hacer deporte con otras personas a mi lado. Además el confinamiento no le ha sentado muy bien a mi cuerpo que ha engordado bastante, más que nada porque comía lo mismo que siempre pero no lo gastaba como antes cuando iba todos los días a la piscina y al gimnasio. He visto que en otras ciudades hay piscinas abiertas pero todavía no considero el momento oportuno, ya que en las piscinas por norma general la gente tiende a escupir y eso con el virus rondando no es muy aconsejable por eso decía que hasta que me vacunen no voy.

Por lo que escucho en la televisión, hay mucha gente que no está dispuesta a ponerse la vacuna, yo personalmente sí me la pondré en la primera oportunidad que me den, no tengo ninguna clase de duda. Pero mucha gente prefiere ver qué efectos tiene en los que se vacunen para ver si les compensa o no. Debería de ser obligatorio vacunarse, así de ese modo cortaríamos de una vez por todas con este virus que tantos quebraderos de cabeza nos ha causado durante todo este año que ahora ya está terminando.

EL REGALO ANUAL

Estas navidades no es que estuviese muy bien de dinero y uno de mis amigos con el que me hago regalos todos los años no recibió el suyo. Menos mal que su cumpleaños está a la vuelta de la esquina. Para este año he decidido que le voy a comprar venecianas para que las ponga en las ventanas. 

 

Con el paso de los años he visto que solamente le puedo regalar cosas que sean para su casa, porque de lo contrario, todos los regalos que le hacía se los acababa llevando a otro lado y nunca volvían a casa. Y él tampoco es que se moleste mucho en pensar qué es lo que me va a regalar y siempre me regala un mechero de un euro.

 

Un año le regalé un cuchillo nuevo para que lo pudiese utilizar en su cocina y cortar las cosas de una forma normal, porque los cuchillos que tiene son de cuando su tatarabuelo aún no había nacido. Aquel cuchillo no le duró ni dos semanas en casa. Personalmente ya no tengo ninguna necesidad de saber dónde lo ha llevado, lo único que sé es que no ha vuelto. Otro año le regalé un cargador para el teléfono móvil de doble entrada de usb para cuando los dos estuviésemos en su casa, pero también se lo llevó de primeras a casa de la novia y no volvió a aparecer más. Desde ese día fue cuando decidí que a partir de ese día solamente le regalaría cosas que no se pudiese llevar de casa. Así que hace dos años le regalé un felpudo, ya que a él le habían robado el que tenía hacía años. Muy pocas veces le había visto más contento que cuando se lo regalé. Lo que más le gustó fue que el felpudo tenía motivos de golf y a él le encantan toda clase de deportes. Y era algo que era raro que se lo fuese a llevar a otro lado. Creo que para el año que viene voy a buscarle una alfombra para la salita en la que vemos la televisión.

Personaliza tu habitación de estudiante

Una de las peores cosas de las habitaciones de estudiantes es su decoración. Normalmente, solo entrar deprimen porque te encuentras una cama reciclada, con pinta de haber conocido no tiempos mejores, sino décadas mejores e incluso un anterior milenio. Y lo que te encuentras a mayores no suele ser demasiado mejor. Pero, ¿por qué no darle tu propia personalidad a la habitación y disfrutarla a tope por poco dinero?

Para empezar, busca unas cortinas baratas pero con personalidad para darle un aire nuevo a la habitación. Te sorprenderá cuánto puede cambiar un cuarto solo con unas cortinas modernas y atractivas que hagan que la habitación regrese de golpe al siglo XXI. Escoge un tono que te guste porque el resto de componentes de la decoración tendrán que ir a juego, así que si todavía no tienes claro qué es lo que quieres, puedes apostar por un tono liso fácil de combinar.

Guarda la colcha de la cama, que seguramente sea digna de un museo de los horrores y utiliza una funda nórdica que te guste y que combine con las cortinas. Si no tienes mucho espacio para guardar cosas te cuento un truco muy sencillo, coloca la colcha extendida entre el colchón y el canapé de la cama. Así, no solo no te ocupará lugar en el armario, sino que los bordes de la colcha te harán de cubrecanapé y no se verán las patas de la cama. 

Si la estantería y el escritorio que tienes en la habitación no te gustan pero están bien barnizados, prueba a recubrirlos con un vinilo. Este producto, cuando se compra de calidad, puede colocarse sobre un mueble de acabado liso y suave y retirarse sin problemas incluso pasados varios años. Lo importante es que cubra el mueble por completo para que no se noten diferencias entre la parte expuesta al sol y la que ha estado tapada. Hay vinilos en color, en diferentes imitaciones de madera y otros materiales y con distintos detalles. Solo tienes que elegir el que más te guste. 

Por último, puedes invertir un poco de dinero en comprar una alfombra de gran tamaño para que no se vea el suelo si este es antiguo, resulta frío o es feo. Te aconsejo una sin pelo para que puedas barrerla y fregarla fácilmente. Es una pequeña inversión pero cuando te vayas del piso puedes venderla por Internet si no te apetece llevarla y recuperar parte de tu dinero.

¿Qué debo de tener en cuenta al escoger mis cortinas?

Si vas a comprar cortinas para tu hogar, hay varias cosas que tienes que tener en cuenta para escoger las perfectas para cada habitación. Te ayudamos a hacerlo con una pequeña guía que te indicará paso a paso qué cortinas son las más adecuadas:

-Cortinas de dormitorio. Aquí tienes que tener en cuenta dos aspectos básicos. El primero es la luz. Si tu habitación no tiene persianas que aíslen totalmente de la luz es bueno que compres cortinas gruesas y bastante opacas que te permitan que el dormitorio esté oscuro hasta que tú quieras abrirlas. Así, podrás dormir un poco mejor por las mañanas cuando no quieras madrugar o si por cualquier causa necesitas descansar durante el día.

Puedes combinar las cortinas gruesas con unas más finas para poder separar las opacas durante el día y mantener una cierta privacidad con un visillo fino por debajo. También puedes usar un estor para controlar la entrada de luz cuando descorras las cortinas.

-Cortinas para la sala. Normalmente, en la sala no es tan importante que las cortinas sean opacas porque no vas a necesitar una oscuridad total. Aquí seguramente le vas a dar más importancia al diseño. Si tus sofás y alfombras son en tono liso puedes apostar por unas cortinas con un estampado alegre que le de algo de luz y originalidad a la habitación. Si por el contrario tus tapicerías y alfombras tienen mucho color, apuesta por los colores lisos a juego para evitar que la habitación se vea recargada en exceso.

Lo mejor para la sala es una cortina simple que evitará que se ocupe demasiado espacio, sobre todo si no es una habitación muy grande. Una tela que deje pasar luz pero que proteja del sol es perfecta para este tipo de habitaciones. Puede combinarse la cortina con una persiana veneciana que regule la entrada del sol en los momentos de más intensidad o con un estor tal y como hemos propuesto para el dormitorio.

-Cortinas para la cocina. En la cocina apostamos claramente por los estores de tela lavable que se limpian con un paño húmedo y que evitan mucho trabajo y muchas lavadoras. Se verán siempre impecables y no será necesario quitarlos para limpiarlos perfectamente. Pero si eres de las personas tradicionales que quieren una cortina con motivos típicos, apuesta por telas muy fuertes que soporten muy bien el sol y los lavados continuados.