Hoy no es necesario tener pareja para poder hacer realidad del sueño de ser madre. Muchas mujeres sienten que ha llegado el momento de tener un hijo, pero no tienen pareja y, tal vez, ni siquiera desean tenerla. Hasta hace poco, tenían que resignares a renunciar a su sueño de maternidad o emparejarse solo para poder cumplirlo.
Pero hoy, solo tienen que acudir a una Clínica inseminación artificial Guadalajara y hacer realidad su sueño. En estas clínicas, la mujer puede conseguir ser madre y llevar a cabo esta aventura en solitario. El primer paso es realizarse un chequeo para comprobar que todo está bien y no hay nada que pueda ser un impedimento para llevar a cabo el proceso.
El semen que se utiliza para la inseminación artificial procede de donantes anónimos. No es posible elegir el sexo del bebé en España, aunque hay una excepción cuando se debe a motivos de salud. Hay enfermedades que se transmiten genéticamente solo a niños o a niñas y en estos casos se permite escoger el sexo del bebé para evitar el que pueda nacer un bebé enfermo.
Muchas madres piden elegir al donante en función de sus físico o de otras cualidades, pero esto tampoco es posible. No obstante, los médicos suelen escoger a donantes con una cierta similitud con la mujer, pero es criterio de ellos decidir qué semen van a utilizar en cada caso.
Mientras que cuando la mujer tiene pareja puede acudir con ella, estén o no casados y asumir ambos la paternidad del niño, cuando una mujer es soltera y no tiene pareja el bebé tendrá filiación exclusiva con su madre. Esto no impide que, si en el futuro tiene una pareja estable, esta pueda adoptar al bebé como propio.
Entre las ventajas de ser madre en solitario está, sobre todo, la de no tener que emparejarse para poder cumplir este sueño. No es necesario mantener una relación para poder engendrar un hijo. Pero también está la ventaja de que el niño, al ser exclusivamente de la madre, no puede ser reclamado en ningún momento.
En contra, el niño crecerá con un solo progenitor que tendrá que hacerse cargo de toda la responsabilidad, tanto económica como en el terreno de la educación y el cuidado. Por suerte, tener solo madre no implica ya el sufrir ningún tipo de discriminación social y es aceptado como algo muy natural.