No hay duda de que hay una gran polémica sobre qué es leche y qué no lo es. Ahora parece zanjada: la leche es aquella que procede de las mamas de un animal, un mamífero. Y nada más. Todos los demás productos que proceden de vegetales son eso, bebidas vegetales y no son leche. Tenemos pues bebida de avena, bebida de arroz, bebida de soja… en lugar de leche de avena, leche de arroz o leche de soja como se las llamaba hasta ahora.
Marcas como leche central lechera asturiana que son conocidas por sus productos lácteos comercializan también bebidas vegetales, lo que ha aumentado la confusión entre los consumidores. Para evitar esto, se ha decidido que la leche, la de procedencia animal, se venda en una zona del supermercado y las bebidas vegetales en otro diferenciado. Eso sí, la mayoría de los supermercados han optado por dividir un mismo pasillo y colocar un producto a continuación del otro, sabedores de que el consumidor los buscará en la misma área y, si no los encuentra, pueden pensar que no están a la venta y acudir a otro establecimiento.
La leche de vaca es la bebida de este tipo más popular en nuestro país, aunque en los supermercados se encuentra, con relativa facilidad, leche de cabra y en algunos lugares también leche de oveja. Las bebidas vegetales comenzaron a venderse como una alternativa para personas con problemas de alergias o de intolerancias. Más adelante se vendieron también con la versión sana de la leche, sin grasa y sin colesterol.
Cada cierto tiempo se pone de moda una bebida vegetal y se habla de todas sus propiedades. Primero fue la soja, que se consideraba muy importante para las mujeres en edad de menopausia, aunque luego se descubrió que esta importancia era muy relativa. Luego fue la “leche” de almendras, que se consideraba importante fuente de vitaminas. La bebida de avena está actualmente muy de moda entre deportistas porque da energía, tiene poco gluten y no es alta en calorías. Además, ayuda a hacer la digestión y a la limpieza del intestino.
La última bebida vegetal en incorporarse a las estanterías de los supermercados en forma masiva ha sido la bebida de coco, que no se debe de confundir con el agua de coco. Una bebida suave, ligeramente dulce y que suele gustar a todo el mundo, siendo además baja en calorías.