¿Es difícil aparcar en Bilbao?

Aparcar en el centro de Bilbao no es difícil, lo cierto es que en ciertos momentos es absolutamente imposible. Por eso, recurrir a parkings en Bilbao es lo que hacen cada día cientos y cientos de personas que acuden a realizar gestiones, compras o a trabajar a esta parte de la ciudad.

Pero Bilbao no es una excepción, los centros de todas las ciudades son iguales. A esto se une el hecho de que la contaminación obliga a crear zonas peatonales y restringir el paso de vehículos por ciertos lugares. Todo esto hace que conducir por el centro sea una tarea muy estresante.

Muchas ciudades han apostado por un centro totalmente peatonal, pero para esto es necesario crear aparcamientos disuasorios en todos los alrededores. Es el caso de Pontevedra, una ciudad en la que desde hace ya muchos años se da preferencia a los peatones antes que a los vehículos. Muchos vecinos están encantados porque pasear por la ciudad es todo un placer, pero a la hora de trabajar se encuentran con limitaciones que hacen más difícil sus desplazamientos cotidianos.

Otras ciudades han preferido una solución intermedia. Parte del centro se ha peatonalizado y otra parte se mantiene con tráfico. Esto puede contentar a todo el mundo en teoría, pero en la práctica siempre es un problema, especialmente cuando se está trazando el plan. Los comercios de la zona peatonal suelen sentirse agraviados inicialmente, pensando que van a perder clientes. Lo cierto es que la experiencia suele indicar todo lo contrario y, aun así, continúa siendo un problema implementar planes de peatonalización. 

No solo los establecimientos suelen quejarse, también muchos vecinos lo hacen porque creen que van a tener problemas para acceder a sus comercios favoritos y poder llevarse sus compras. Si el plan está bien trazado, no va a ser así porque se permitirán accesos a parkings en las ciudades más grandes y se construirán parkings en las afueras de aquellos centros más pequeños. 

En los últimos años los coches no han dejado de crecer y es habitual ver a gente por calles estrechas con vehículos de tamaño XL. Un problema para todo el mundo, para el conductor y para el resto de usuarios de la vía, incluidos los peatones que ven como esos coches incluso los golpean con los espejos cuando están en las aceras. El mercado del automóvil está empezando a ser consciente de este problema. Tal vez, los vehículos eléctricos pequeños pensados para ciudad sean el futuro. El tiempo dirá.