4 excursiones inolvidables en Galicia

-Un viaje a ons desde Bueu. Las Cíes son las islas más famosas de las Rías Baixas, pero no son las únicas que se pueden visitar. Ons también es un lugar repleto de encanto, además de tener la particularidad de que hay gente allí durante todo el año. Eso sí, cada vez menos ya que la isla tiende a quedarse incomunicada cuando hace mal tiempo. Te encantará este lugar con sus rutas de senderismo, sus bonitas calas y unos bares que sirven unos platos que te harán disfrutar del sabor auténtico de los productos de ese mismo mar que vas a ver durante toda tu visita.

Una visita nocturna a la Catedral de Santiago. Todo el mundo visita la catedral durante el día pero también se puede visitar por la noche. Existen diferentes visitas guiadas, una de las cuales lleva a los tejados de la catedral desde los que se disfruta de vistas de Santiago muy diferentes a las habituales. Las visitas guiadas permiten conocer algunos de los secretos ocultos de este lugar lleno de leyendas. Además, por la noche el número de visitantes es mucho menor, por lo que la visita es más íntima y más agradable. Te encantará la magia de la catedral, vista de un modo diferente.

-Un paseo en Catamarán por los cañones del Sil. Los cañones del Sil son uno de los paisajes más bonitos del interior de Galicia. Impresiona recorrer sus carreteras en coche, con esos precipicios tan marcados en uno de sus lados y kilómetros y kilómetros sin civilización. Una de las rutas más bonitas para realizar en la zona es la que lleva a los diferentes monasterios que se construyeron junto al río. Pero el paseo favorito de los turistas es subirse a un catamarán para darse un paseo por el río atravesando la zona de los cañones para ver algunos de los  lugares más típicos de esta bonita zona de montaña.

-Una excursión a O Cebreiro. Es el lugar en el que el Camino de Santiago en su vía francesa une con Galicia. El pueblo es un lugar turístico con unas viviendas muy características, llamadas pallozas, que están hechas de piedra y con techos de madera cubiertos de paja. Estas pallozas se han convertido en tiendas, lugares para visitar y bares. En este lugar hay también una importante iglesia. La tradición dice que bajo la misma se encuentra el Santo Grial.

¿Por qué son tan hermosas las Cíes?

Solo hay que darse un paseo por las Cíes para darse cuenta de que se está ante un paisaje realmente singular y muy hermoso. Los motivos de esta belleza hay que buscarlos en diferentes factores, desde la evolución geológica de las Islas Cíes hasta las campañas para preservar este lugar que se han llevado a cabo a lo largo de los últimos años.

Las Islas Cíes están incluidas en el Parque Nacional marítimo-terrestre de las Islas Atlánticas y por tanto están sujetas a la normativa de este. Son también un espacio ZEPA, lo que significa que se trata de un espacio de especial protección para las aves. Muchas especies migratorias hacen una parada todos los años en las islas para coger fuerzas y la gaviota patiamarilla, actualmente en peligro de extinción, vive aquí durante todo el año. Sí, es cierto que estas gaviotas son un poco molestas para los visitantes ya que les encanta robar comida y no se asustan de la gente. Pero lo cierto es que ellas están en su casa y si se sienten atraídas por nuestros alimentos es, en gran parte, porque muchas personas se saltan la normativa y les ofrecen comida pese a estar prohibido.

En la isla hay también una gran cantidad de fauna marina. ¿Sabías que hay una pareja de nutrias que viven allí de manera permanente? Delfines, orcas e incluso ballenas de mayor tamaño se pasean cerca de la costa en ocasiones y en las aguas hay especies de gran belleza, como los caballitos de mar. Por eso, es habitual que muchas personas quieran bucear en sus aguas pero hay que tener en cuenta que para bucear con botella son necesarios permisos y si se hace snorkel sin plomos, puede practicarse libremente pero se aconseja informarse de las mejores zonas y de aquellas en las que no está permitido sumergirse o puede ser peligroso hacerlo.

La diversidad hace hermosas a las Cíes y es labor de todos los que las visitan hacer que las cosas sigan como están. Por eso, cumplir la normativa durante la estancia en la isla es muy importante. Todas las normas tienen su razón de ser, incluso si nos parece que puedan ser absurdas. Por eso, lo mejor es respetarlas y garantizar así que quienes van a las islas tras nosotros las encuentran igual de bonitas, de diversas y de preservadas.

4 claves para disfrutar de la playa en Ons

 

  1. No olvides la crema protectora. En la playa de Ons el sol te va a dar de forma segura, pero incluso si lo que vas a hacer es simplemente caminar y disfrutar de la isla paseando, también necesitarás estar protegido. Si eres de esas personas que disfrutas estando mucho tiempo al sol, es bueno que te des un chapuzón de vez en cuando. Es cierto que el agua está fresca pero también lo es que no más que en otras playas de mar abierto del norte, por lo que una vez que te acostumbres puede que hasta agradezcas el agua fría.
  2. Al mediodía no debes de tomar el sol, por lo que es buena idea reservar en alguno de los restaurantes para disfrutar de una buena comida y de una sobremesa tranquila, para regresar a la playa cuando el son no es tan intenso. Tu piel lo va a agradecer. Puedes aprovechar tras la comida para darte un paseo por la isla y descubrir alguno de sus rincones, así ayudarás a hacer la digestión a tu cuerpo a la vez que retrasas el momento de regresar a la arena.
  3. No dejes nada de basura. Todo lo que generes debes de recogerlo y eso incluye las colillas. Es algo que debes de hacer en cualquier arenal pero más todavía en un espacio protegido. Dejar basura en la isla puede ser causa de una multa importante por lo tanto, si no lo haces por ecología y compromiso con el lugar, hazlo por tu cartera. Así, cuando regreses a la isla dentro de unos años, encontrarás el lugar igual de bonito y atractivo que ahora ya que se estará manteniendo el espacio libre de cualquier contaminación.
  4. Respeta los espacios. Hay varias playas en Ons, una de ellas es la de Melide que es nudista. Si no deseas practicar el nudismo puedes ir a cualquier otro de los arenales, respetando así los espacios específicos. Esta playa es muy resguardada por lo que se trata de un arenal muy agradable. No está situada en pleno centro urbano, lo que también hace que sea algo más íntima. Si eres practicante del nudismo te encantará por su ambiente muy agradable y familiar y por sus aguas cristalinas. Igualmente, hay dos playas,  la playa de Pereiró y la playa de Fedorentos que están dentro del área especialmente protegida por lo que no está permitido ir a ellas.

Islas Cíes: breve historia de las ‘Islas de los Dioses’

La presencia de asentamientos humanos en las Islas cíes se remonta 5.000 años en el tiempo. Griegos, romanos, suevos y árabes habitaron este archipiélago, conocido como la ‘Isla de los Dioses’ en los tiempos de Julio César. Sin embargo, la historia de este conjunto de tres islas (Monteagudo, do Faro y San Martín) comienza 300 millones de años atrás, con el ‘choque’ entre Laurasia y Gondwana que derivó en la formación de la cordillera Varisca.

 

De la Edad de Bronce provienen algunas de sus edificaciones y monumentos más antiguos, como el castro de As Hortas, visitable en la isla de Monte Faro. La información de este período es escasa en comparación con la Edad Media, cuando los primitivos habitantes del territorio recibían ataques de los suevos, amenaza que sería constante en los siglos sucesivos.

 

En numerosas ocasiones, las Islas Cíes sirvieron de refugio para distintos pueblos, como los Celtas, tras su expulsión de Lusitania por las legiones romanas. Los monjes benedictinos y los franciscanos, por ejemplo, establecieron asentamientos duraderos entre los siglos XI y XIV tras escapar del acoso de los normandos en la Ría de Vigo. La piratería golpeó asimismo con ferocidad a estas comunidades, que abandonaron el archipiélago hacia el XVIII a consecuencia de las incursiones de Sir Francis Drake.

 

Se estima que las Cíes fueron repobladas a principios del siglo XIX por familias vinculadas a la pesca y la ganadería venidas de la comarca de O Morrazo. Este nuevo asentamiento fue posible gracias al desarrollo previo de cuarteles y almacenes de artillería. Sin embargo, una pluralidad de circunstancias motivaría la progresiva despoblación de las islas durante el siglo XX.

 

En décadas recientes, para preservar su biodiversidad y patrimonio natural, las Cíes fueron declaradas ‘Parque Natural’ y pasaron a integrar el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Illas Atlánticas de Galicia.