Tu tablet también puede estar asegurada

Si te has comprado una tablet y la usas para ir con ella a todas partes tienes un mayor riesgo de que te la puedan robar o de que sufran un accidente. Por eso es muy recomendable contratar un seguro tablet que cubra aspectos como la pérdida, el robo o los daños causados por accidentes. Los golpes en la pantalla con la ruptura del cristal son quizás los más habituales.

Si el aparato no va a salir de casa, el seguro es ya más opcional. Es cierto que siempre puede caer al suelo o tener un problema en el hogar, pero el riesgo es menor y por tanto, más asumible. En cualquier caso, si se compra una table cara siempre es recomendable contratar el seguro para ampliar todas las ventajas de la garantía y cubrir accidentes.

Si va a ser utilizada por niños no hay que pensarlo dos veces, el seguro es la mejor opción. Ellos son niños y en un descuido es fácil que acaben tirando una bebida por encima del aparato o se les caiga al suelo al sujetarla con poca seguridad. También es más fácil que acabe rota porque intenten conectar algo en el sitio menos adecuado.

Los seguros para la tablet pueden cubrir diferentes aspectos. Al igual que ocurre con los seguros de coches los hay de diferentes grados. Cuanto más cubra, más caro será, pero siempre saldrá a cuenta contratarlo si el aparato es caro y nuevo. A partir del primer año no suele compensar el seguro de una tablet media y a partir del segundo año ya no suelen asegurarse ningún aparato de los habituales.

Si se trata de una herramienta de trabajo lo normal es que sí esté asegurada, ya que el seguro siempre le va a salir más rentable a la empresa que tener que pagar un aparato que se estropee o se pierda. Si además es utilizado por varios trabajadores o se utiliza fuera de la empresa las posibilidades de que se dañe se acentúan.

El seguro también compensa a la empresa porque el pago mensual siempre es menor que tener que abonar una reparación de una sola vez en el caso de que haya una avería. Así se garantiza también que el aparato será reparado en un plazo prudente por un servicio oficial, algo importante cuando se trata de un instrumento de trabajo y no de algo que se utiliza para el ocio.