El difícil arte de regalar

Aunque todavía faltan más de dos meses para el cumpleaños de mi mujer, ya he empezado a pensar en un posible regalo. Y no es fácil. Creo conocer bastante bien a mi mujer (faltaría más, ¿no?) pero a la hora de regalar estoy teniendo más dudas que en años anteriores. Lo primero, no quiero repetirme, lo segundo (y que no me escuche), no quiero gastar demasiado dinero. Con estas dos consideraciones previas, el abanico de posibilidades se reduce bastante.

Otros años lo tenía bastante claro, porque soy bastante observador y si en un momento dado veo que le gusta algo, tomo noto mental y me digo “esto para el cumpleaños”. Pero estos últimos meses no he tomado ninguna nota metal… que yo recuerde. Así que me he puesto manos a la obra para intentar encontrar una buena idea.

La televisión siempre fue una buena cantera de ideas para regalar. Aunque en la era de internet, ya no es lo mismo, los productos de la tele siempre te pueden sacar de un apurón. Hay una cosa que sí tengo clara, y es que no quiero regalar ropa porque ya lo hice el año pasado y como digo, no quiero repetirme. Ahora que lo pienso nunca le he comprado un perfume, pero no es demasiado personal, ¿no? Las colonias las regalan quien regala por compromiso…

Una buena forma de descubrir lo que se puede regalar a una persona, es hacer una lista con las cosas que realmente disfruta esa persona. ¿Le gusta viajar? Quizás comprarle un billete de ida y vuelta a Bora-Bora sea demasiado caro, pero una guía de viaje relacionada con nuestro próximo destino sea una buena idea. Pero también puede creer que me la estoy comprando a mí mismo… Y no hay peor regalo que ese que se hace a otra persona, pero pensando en uno mismo (sin querer pero casi queriendo).

Al final, buscar un regalo para un ser querido puede ser difícil pero es un reto agradable, porque te obliga a intentar conocer mejor a esa persona… De momento seguiré atento a los productos de la tele y a mi lista de ideas.