Recomendaciones para elegir cojines decorativos

Por modernos que puedan parecer, los cojines se originaron en la tradición budista y poseen una antigüedad milenaria. Su diversidad de formas, diseños y colores parece intrínseca. Dos personas podrían topar con esta palabra en un catálogo e imaginar dos cojines ezpeleta de dimensiones y acabados muy opuestos. Hasta la misma definición del término en la RAE se cuida de acotar demasiado su significado: «almohadón que sirve para sentarse, arrodillarse o apoyar sobre él cómodamente alguna parte del cuerpo».

 

Lo anterior no significa que un cojín, sin importar su diseño, pueda integrarse con acierto en cualquier decoración. El color quizá sea el aspecto más destacable, pues una pareja de cojines fucsias o naranjas difícilmente pasaría desapercibida en un salón de estilo nórdico, por ejemplo.

 

Así, como el resto de elementos decorativos, los cojines deben elegirse procurando que armonicen al máximo con su entorno inmediato: las cortinas, la tapicería, las alfombras, el papel de las paredes, etcétera. Priorizando la complementariedad de los tonos, se logra que el impacto decorativo del producto sea positivo.

 

El mismo principio rige la selección de tejidos válidos para el cojín. Los hay de algodón, de lino, de terciopelo, etcétera, y cada material posee una textura particular que potenciará el atractivo y el confort del sofá, el sillón o el mueble para el que se destine. En determinados casos, contarán con flecos, bordados y otros adornos que pueden inclinar la balanza en caso de duda. Después del color y de las texturas de la tela, el estampado —si lo tuviera— aporta un valor añadido: motivos geométricos, florales, etcétera. Las posibilidades son aquí interminables.

 

Respecto a las dimensiones del cojín, la oferta es amplia y variada y sin duda da mucho juego a los interioristas que deseen experimentar. Sin embargo, no todas las combinaciones son bienvenidas. Por ejemplo, adornar un sofá chaise longue de gran tamaño con unos cojines diminutos es una decisión equivocada.