¿Cuál es la mejor marca de portátiles? 

Internet está plagado de listas y más listas de los mejores y los peores productos del mercado. Podemos encontrar información en blogs especializados o en otros no tan específicos, pero todo el mundo siempre tienen una opinión. Se puede decir que internet es, en sí mismo, una gran opinión, pero la opinión nunca es una certeza. Para acercarnos a la verdad sobre cualquier tema, nuestro deber es contrastar opiniones, hasta detectar puntos en común, solo así llegaremos a formarnos un conocimiento sobre un tema que no dominamos.

Dicho esto, ¿es posible responder de forma tajante a la pregunta cuál es la mejor marca de portátiles? Desde luego, no. Pero indagando y preguntando si nos podemos hacer una idea cercana a la realidad. Aunque ojo, porque a veces terminas más liado de lo que empiezas, pero no queremos liaros más…

Lo que nosotros hicimos antes de nada fue preguntar en una tienda especializada en informática en Madrid. Son gente de confianza y sabemos que no nos van a recomendar tal o cual marca porque tengan con ellos un mejor acuerdo de distribución o se lleven una comisioncilla. Somos de los que desconfiamos hasta de nuestra sombra, sobre todo teniendo en cuenta la increíble competitividad que hay en el sector comercial y el exceso de información que satura internet, como dijimos más arriba.

HP, Asus, Acer, Dell, Apple, MSI, Toshiba, Lenovo… Existen bastantes marcas especializadas en portátiles en el mercado y todas tienen buenos y malos productos. En nuestro caso, por ejemplo, hemos sido usuarios tanto de HP como de Apple, dos de las firmas de electrónica de consumo más importante de mundo. Y podemos decir que sus productos tienen cosas buenas y otras no tan buenas.

En la tienda especializada en informática en Madrid nos dieron una clave importante: muchos compradores no saben lo que quieren y ese es el primer paso para fallar. Compran sin pensarlo mucho y sin tener muy claras sus necesidades, y cuando llevan unas semanas con el ordenador se dan cuenta de que no es lo que querían.

Conclusión: ninguna marca es, de facto, muy superior a otra, solo hay que saber elegir en base a un presupuesto y unas necesidades.