Preparando la ruta 

Hemos tenido que posponer el viaje a última hora cuando ya lo teníamos bosquejado. Pero las prisas no son buenas consejeras para estas cosas. Tenemos un protocolo muy claro para preparar nuestros viajes de larga distancia, pero habíamos perdido un poco la práctica después de paralizar los viajes estos últimos tiempos. Entonces vimos una ocasión para aprovechar una oferta de un viaje a Islandia y nos pusimos manos a la obra, pero a última hora paramos.

Ya estábamos cerrando algunos detalles, hasta teníamos previsto dejar el coche en el Parking blanco Madrid antes de coger el avión, pero a la hora de revisar los precios de los hoteles nos echamos para atrás. Es lo que tiene improvisar un viaje de estas características, que el presupuesto se dispara sin darte cuenta. 

Los vuelos ya eran bastante caros debido a los extras de los equipajes, algo que está encareciendo mucho los vuelos low cost que ya no lo son tanto, sobre todo cuando quieres viajar con algo más que una mochila o un diminuto bolso de mano. Y es que las aerolíneas de bajo coste no han tenido una buena temporada y tratan de rascar donde pueden. Todavía podíamos asumir el coste de los vuelos, pero no contábamos con que los hoteles de Islandia son tremendamente caros. Y como tampoco tenemos ya edad para dormir a la intemperie en un glaciar pues hemos decidido esperar un poco.

Pero toda la información que hemos ido recopilando durante este tiempo nos ha servido para tener el futuro viaje más preparado. Por ejemplo, está el tema del Parking blanco Madrid que lo vamos a usar para dejar el coche cuando lleguemos a la capital ya que nos parece la forma más cómoda. Teniendo en cuenta que preferimos llegar en coche para coger el avión, esta fórmula es la ideal.

Por otro lado, si esperamos unos meses estamos viendo que los hoteles son más baratos porque ya no será temporada alta. Y aunque pasaremos un poco más de frío, creemos que merece la pena para no congelarnos la cuenta corriente, que también hiela la sangre.