DEL ACTOR MIMÉTICO AL CREADOR MULTIDISCIPLINAR

Las artes escénicas están experimentando una transformación bajo la cual el actor ha pasado de ser un mero intérprete a convertirse en un creador o performer multidisciplinar. Las tendencias posmodernas renuevan el legado del pasado con aportaciones inéditas y sugerentes de la mano de las nuevas tecnologías. En este contexto, el acceso a una formación multidisciplinar se ha convertido en un requisito imprescindible para lograr alcanzar un lugar propio dentro del vasto mundo audiovisual. Escuelas de artes innovadoras como TAI ofrecen a las nuevas generaciones de actores un lugar creativo y vanguardista donde estudiar actuación en Madrid, con un Master Oficial en Actuación para Teatro, Cine y TV o con un master en publicidad y moda.

No se trata solo de una formación homologada que permite a los actores obtener un título de posgrado oficial, sino de un espacio de aprendizaje interdisciplinar que los prepara para una industria audiovisual diversa y en constante crecimiento. El impacto de las tecnologías en el campo de las artes ha generado otras formas de concebir y hacer la puesta en escena, tanto en los aspectos narrativos como cinestésicos.

En la actualidad, la amplia libertad con que se tratan los diferentes elementos de la actuación y la confluencia cada vez más acentuada de diversas disciplinas y soportes definen unas nuevas tendencias en la configuración escénica. La continua metamorfosis de la producción artística implica un intenso diálogo entre géneros, autores, técnicas y recursos que supera los límites del hecho escénico clásico. Por ello, tanto los nuevos actores como aquellos más experimentados requieren de un entrenamiento avanzado que les permita adaptarse a todos los formatos: cine, series de TV, teatro, musicales, branded content, new media, etc.

La especialización ya no significa dominar un área concreta de actuación, sino ser capaz de transitar diferentes escenarios con una alta profesionalidad y capacidad de adaptación. La fuerza de las imágenes a través de nuevos soportes ha dado lugar a una práctica escénica que promueve la interconexión entre múltiples medios, lo que repercute necesariamente en las exigencias de formación de los actores.

El entrenamiento actoral supone entonces tanto un intenso trabajo con el cuerpo, la voz y las emociones, como un conocimiento y dominio profesional de los nuevos escenarios de actuación. Asimismo, dentro del amplio contexto audiovisual, una formación multidisciplinar permite a los actores obtener una capacitación integral que les ayuda tanto a construir un portfolio profesional para la industria, como desarrollar proyectos propios y lanzarse a la aventura del emprendimiento artístico y creativo.